Una delegación de nueve personas encomendada por Gustavo Petro para el diálogo regional en el Chocó denunció intimidación por parte de armados el pasado jueves 4 de agosto. Se desplazaban en lancha por el río Atrato cuando fueron interceptados por un grupo armado.
Según los miembros de la delegación, fueron retenido por los armados sin identificar, quienes les apuntaron y despojaron a uno de ellos de su equipo de telefonía móvil.
“Estábamos viajando por el río Atrato hacia el municipio de Bojayá, en las horas de la mañana y hacia el mediodía, porque son tres horas de camino. Fuimos interceptados por un grupo armado que intimidó con armas a una parte de la delegación. Lo agredieron, intentaron hacerle daño, finalmente le arrebataron el celular, lo lanzaron al río y dejaron claro que ellos son los que mandan en la zona y que no se puede hacer ninguna actividad sin su permiso”, sostuvo Jorge Rojas, uno de los miembros de la delegación regional del presidente electo.
Según Rojas, la retención duró cerca de media hora y la liberación solo fue posible gracias intermediación de representantes de la Iglesia católica.
Allí se reunieron la población civil y el equipo del diálogo regional. Entre los puntos tratados está la necesidad de declarar una emergencia humanitaria en el Chocó para hacerle frente a la actual oleada de violencia que hay en la zona. Tras el encuentro, la delegación se dirigió nuevamente a Quibdó, aunque esta vez con escolta de la Fuerza Pública. A pesar de las acciones en contra de la delegación, el proceso de diálogo continua hoy viernes en la capital del departamento, donde se realiza un encuentro con diferentes sectores de la sociedad chocoana.